Vivir plenamente nuestra sexualidad, con libertad placer y sin culpas, significa tener inteligencia sexual. Conoce qué es, cómo medirla y desarrollarla
“La inteligencia sexual es la capacidad erótica de las personas, pues se considera que el principal órgano vinculado es el cerebro; es ahí precisamente donde se configura el placer y el deseo”, asegura Julián Alcalá, sexólogo y profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Sexualidad (IMESEX) la inteligencia sexual es la capacidad que posee o desarrolla una persona de:
- Ejercer su vida sexual en función de su nivel de conocimientos sobre el tema.
- Reconocer y expresar sus propios límites, deseos, sentimientos y necesidades.
- Respetar la expresión sexual ajena.
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Historia del concepto
El concepto de inteligencia sexual toma como base los distintos tipos de inteligencia desarrollados por Howard Gardner (lingüística, lógica-matemática, artística, kinestésica, intrapersonal, interpersonal, social y naturalista) y de Shere Conrad y Michael Milburn (inteligencia emocional).
Esta idea fue retomada por sexólogos del IMESEX quienes validaron un instrumento para medir el coeficiente de inteligencia sexual.
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Beneficios de la inteligencia sexual
Esta inteligencia o habilidad, asegura Julián Alcalá, brinda la oportunidad de tener una sexualidad plena, una mejor relación con nosotros mismos, lo que contribuye a nuestra salud física, psicológica, y emocional.
De hecho, de acuerdo con asegura el IMESEX, este tipo de inteligencia se incrementa en la medida que la persona posee mayores conocimientos sobre el tema, tiene mayor autoconocimiento corporal y mayor asertividad sexual (habilidad de comunicar y negociar de forma empática sus emociones y deseos).
La inteligencia sexual está vinculada con la emocional, pues su desarrollo brinda la oportunidad de tener una sexualidad plena y una capacidad de relacionarnos con nosotros mismos y con los otros.
Por esta razón, asegura el profesor Julián Alcalá, si alguien posee esa capacidad no tiene relaciones destructivas, ni se permitirá acercamientos afectivos y sexuales con quien, potencial o realmente, le pueda hacer daño.
Caso contrario, quienes no desarrollan este tipo de inteligencia no disfrutarán; además, se exponen a relaciones no deseadas y al abuso.
Además de ser más susceptibles a adquirir enfermedades, dolor físico y emocional, e incluso padecimientos psicosomáticos.
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¿Cómo desarrollar la inteligencia sexual?
Aseguran los sexólogos que la buena noticia es que así como ocurre con otro tipo de inteligencias, la sexual también se puede desarrollar.
Para lograrlo el sexólogo Julián Alcalá recomienda trabajar sobre tres pilares:
1. Conocimiento
Quitar tabúes y prejuicios y en cambio optar por conocimiento científico, humano y fundamentado de la sexualidad.
2. El “yo sexual”
Hacer una reflexión honesta sobre qué nos gusta, qué deseos tenemos, nuestros temores, prejuicios y fantasías.
3. Vínculo con la pareja
Trabajar en mejorar la relación en pareja, no sólo sexual, sino también emocional.
Coinciden los especialistas que se puede buscar orientación personalizada o en pareja para identificar los obstáculos que han impedido el desarrollo de la inteligencia sexual, para poco a poco quitarlos como lo que son: “piedritas el camino” de la plenitud sexual.
Si quieres medir o conocer tu coeficiente de inteligencia sexual te dejamos aquí el enlace al instrumento creado por el IMESEX: MIDE TU COEFICIENTE SEXUAL.
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Etiquetas: coeficiente sexual, imesex, inteligencia sexual, placer sexual, sexologo, sexualidad
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