A sus 67 años, María Guadalupe Hernández González ayuda al desarrollo integral de niños mediante la cosmovisión ancestral mexicana

María Guadalupe Hernández, hoy de 67 años, dedicó gran parte de su vida a su profesión como contadora fiscal y privada y logró consolidar una carrera muy exitosa como asesora de seguros.

A pesar del éxito laboral, sentía que le hacía falta algo más en su vida. A los 60 años se interesó por dirigir su vida al servicio social voluntario en Casa Centli.

Casa Centli es una asociación civil mexicana, establecida en el municipio de Malinalco, Estado de México.

Se caracteriza por ser un centro de desarrollo integral que tiene como base las cosmovisiones tolteca y mexica.

Ambas culturas promueven valores como la dignificación de la vida, el profesionalismo, la congruencia, la honestidad, el trabajo en equipo y la actitud de servicio.

También consideran importante el desarrollo espiritual y físico del ser humano, para lo cual fomentan una forma de vida más natural, saludable y armoniosa.

“Al conocer los valores y los pilares fundamentales de Casa Centli tomé la determinación de formar parte en su misión”.

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¿Cómo funciona Casa Centli?

Para llevar a cabo sus objetivos, Casa Centli ayuda a diferentes comunidades económicamente vulnerables, en los alrededores de la asociación.

Les proveen desde ropa y calzado a programas que brindan herramientas para el desarrollo de los habitantes, desde el punto de vista laboral, comunal, familiar e individual.

Ofrecen también talleres para el cuidado del medio ambiente, la conservación de alimentos, desarrollo de la creatividad y campamentos de verano para los niños.

“Además, cultivan cuatro principios básicos: manifestarte en todo tu potencial, prestar atención, decir y vivir con la verdad y desvincularse del resultado”.

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María Guadalupe Hernández y su transformación personal

Asegura María Guadalupe Hernández que a partir de su ingreso a Casa Centil como coordinadora de voluntariado, su concepción del mundo cambió.

“El contacto con los niños y con la propia filosofía de Casa Centli me sensibilizó sobre las necesidades de los demás, sobre todo los niños en condiciones de vulnerabilidad”.

Desde entonces, indica, que se consolidaron en su vida valores como: la amabilidad, la generosidad, la alegría y el respeto para un bienestar común.

Subraya que su mayor alegría es ver la transformación de las caritas de los niños, de tímidas cuando llegan a los talleres a rostros llenos de seguridad, esperanza y alegría por la vida.

María Guadalupe Hernández invita a seguidores de SER GRANDE a apoyar a otros.

Por supuesto abre las puertas de Casa Centli para que se integren, ya sea como voluntarios, enseñando artes, oficios y manualidades o através de donaciones.

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Asegura que mantenerse activo a través de actividades altruistas ayuda a cultivar el potencial interior, genera energía positiva, activa la mente y retarda el envejecimiento.

“La experiencia es un costal de aciertos y desaciertos que vamos acumulando a través de los años, eso nos da un crecimiento psicológico y espiritual que podemos compartir con nuestros seres queridos o aquellos a los que decidimos apoyar”.

¿Y tú dedicas parte de tu vida ayudar a otros? Platícanos tu experiencia y recuerda que SER GRANDE es compartir tu experiencia.

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Etiquetas: altruismo, casa centli, Malinalco, María Guadalupe Hernández

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