El sexo y la discapacidad se desvincularon, hoy sabemos que el ejercico de la sexualidad es un derecho y existen herramientas para ejercelo
Por mucho tiempo a las personas en situación de discapacidad se les consideró poco valiosas y por lo tanto sus derechos humanos fueron y siguen siendo vulnerados.
“Se les llamó inválidos, minusválidos y más recientemente discapacitados, definiciones que tienen en común la poca valía ”, afirma la maestra en Sexualidad desde la perspectiva de género Alexa Castillo.
El ejercicio de su sexualidad es uno de sus tantos derechos vulnerados. Lo anterior por que no se visualiza, no se considera importante, o se les infantiliza.
A esto se suma la falta de formación en educación sexual de sus propios padres o cuidadores, que evaden el tema.
“Embarazos no deseados, adquisición de enfermedades de transmisión sexual, violencia en pareja, violaciones y abusos han sido una constante”, apunta la directora de Fundación Mandala.
“Fundación Mandala es un Asociación Civil dedicada a fomentar el respeto y lo inclusión de grupos en situación de vulnerabilidad por edad, sexo, étnia, diversidad funcional y sexual”.
PUEDES LEER: GUÍA DE JUGUETES SEXUALES
Qué dicen las leyes sobre el sexo y la discapacidad
Explica la especialista que fue hasta la década de los 80 del siglo pasado que se establece la Carta de Derechos Sexuales de Personas con Diversidad Funcional, misma fue dada a conocer en el Congreso Mundial de Sexología de Tel Aviv en 1981.
Posteriormente se llevó a cabo la declaración del 13º Congreso Mundial de Sexología, Valencia, España, revisada y aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS) el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong, República Popular China.
Derechos sexuales universales
A la fecha son derechos sexuales universales:
1.-El derecho a la igualdad y a la no-discriminación.
2.-El derecho a la vida, libertad y seguridad de la persona.
3.-El derecho a la autonomía e integridad del cuerpo.
4.-El derecho a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanos o degradantes.
5.-El derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción.
6.-El derecho a la privacidad.
7.-El derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras.
8.-El derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que de ellos resulten.
9.-El derecho a la información.
10.-El derecho a la educación y el derecho a la educación Integral de la sexualidad.
11.-El derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas similares de relaciones basadas en la equidad y el pleno y libre consentimiento.
12.-El derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos, y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo.
13.-El El derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión.
14.-El derecho a la libre asociación y reunión pacífica.
15.-El derecho a participar en la vida pública y política.
16.-El derecho al acceso a la justicia y a la retribución y la indemnización.
PUEDES LEER: FETICHISMO, LO BUENO, LO MALO Y CÓMO IDENTIFICAR SI SOY
Soluciones para la vinculación del sexo y la discapacidad
Teniendo claros sus derechos pero también la falta de acceso a la información, la especialista subraya la importancia de la educación sexual.
Esta debe alcanzar no sólo a la persona, también a su familia o cuidadores, lo mismo para conocer sus derechos que para hacerlos valer de manera responsable.
La Fundación Mandala ofrece servicios de orientación y guía a través de talleres, proyectos y conversatorios con tres ejes transversales: inclusión, enfoque de Derechos Humanos y perspectiva de género.
PUEDES LEER: CÓMO AUMENTAR EL DESEO SEXUAL
Asistentes sexuales
Otra herramienta para el ejercicio de la sexualidad de personas en situación de discapacidad son los asistentes sexuales.
De acuerdo con la organización española Asistencia Sexual se trata de: “Un tipo de trabajo sexual que consiste en prestar apoyo para poder acceder sexualmente al propio cuerpo o al de una pareja.
“La persona asistente no es alguien con quien tener sexo, sino alguien que te apoya para tener sexo contigo misma o con otras personas”.
Entre sus tareas se encuentra apoyar a la persona en situación de discapacidad a explorar su cuerpo, masturbarse, conseguir posiciones y/o movimientos en prácticas sexuales con otra persona.
“Esta labor está desarrollada por personas sensibilizadas en el tema y con conocimientos específicos de diversidades, así como el conocimiento de técnicas, mecanismos y herramientas para llevar a cabo su labor”, apunta la Alexa Castillo.
Asistentes sexuales en el mundo
Agrega la especialista que en Alemania, Bélgica, Holanda y Dinamarca la asistencia sexual se ve natural y necesaria. En Suiza está legalizada oficialmente la figura del asistente sexual.
“Este oficio –que prohíbe la penetración- está legalizado y es financiado como una terapia y como es considerado un servicio perteneciente al sistema de salud, se habla de un número de asistencias permitidas al año”.
En México la asistencia sexual no está regulada, afortunadamente la organización española Asistencia Sexual cuenta con asistentes en todo el mundo regulados por ellos.
Sexo, un derecho fundamental
“La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, refiere que éstas no deben ser privadas de la oportunidad de experimentar su sexualidad, tener actividad sexual o procrear en igualdad de condiciones que el resto de las personas sin discapacidad.
“En consecuencia, se debe velar por facilitar los apoyos necesarios y crear condiciones favorables, es aquí donde la asistencia sexual puede tenerse en consideración como una herramienta necesaria”, concluye la maestra Alexa Castillo.
Ahora que ya sabes que sexo y discapacidad son palabras que deben siempre vincularse te invitamos a que compartas esta información.
© Todos los derechos reservados
Etiquetas: aistentes sexuales, derechos sexuales, sexo, sexo y discapacidad
Compartir este artículo