¿Puedo mantener una vida sexual activa ? Sí y aquí te damos algunas respuesta sobre algunas dudas femeninas referente a cáncer y sexo
De acuerdo con la Asociación Americana Contra el Cáncer, una de las inquietudes frecuentes que tienen las mujeres que luchan contra el cáncer o que lo acaban de superar es, ¿qué pasa con mi sexualidad?
Los tratamientos para combatir esta enfermedad suelen traer consigo cambios físicos y emocionales, incluso después de superarse. Estos cambios pueden tener efecto directo en su deseo y capacidad para mantener una vida sexual activa.
Aunque el tratamiento no esté dirigido exclusivamente a los órganos reproductivos de las mujeres, puede alterar su imagen corporal, estado de ánimo y nivel de energía.
Como primera recomendación es importante hablar abiertamente del tema con los médicos especialistas tratantes. Ellos valorarán la situación y orientarán durante y después del tratamiento.
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Síntomas y efectos secundarios durante y después del tratamiento contra el cáncer
Durante el tratamiento contra el cáncer, las mujeres pueden desarrollar algunos trastornos que también pueden manifestarse poco después de la terapia o años más tarde. Si se detectan cambios o síntomas extraños, hay que informar de inmediato a los médicos.
Posibles efectos sexuales secundarios
- Disminución o pérdida del deseo sexual.
- Incapacidad de alcanzar o mantener la excitación sexual.
- Disminución o pérdida de lubricación.
- Dificultad o incapacidad para tener un orgasmo.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Dolor o adormecimiento de los genitales.
Tratamientos que afectan la sexualidad de la mujer
- Radioterapia. Después de ser sometida a este tratamiento generalmente disminuye el deseo sexual y se presentan síntomas de fatiga, náuseas, vómitos y diarrea. Además, la radioterapia en la zona de la pelvis puede provocar sequedad vaginal y dolor, molestias que pueden durar incluso semanas después del tratamiento.
- Quimioterapia. Los efectos de este tratamiento también repercuten en el deseo sexual y la imagen física, que se pueden manifestar con: aumento o pérdida de peso, náuseas, vómito y diarrea. La quimioterapia inyectada en la pelvis o vejiga pueden causar irritación y las relaciones sexuales se tornarían dolorosas. Además, las mujeres jóvenes podrían perder la función ovárica, lo cual puede ser transitorio o permanente.
- Otros fármacos. Hay medicamentos, como analgésicos o antidepresivos, que también se suministran como parte del tratamiento que pueden provocar desinterés sexual.
- Cirugía ginecológica. Este tipo de operaciones puede afectar la longitud de la vagina, así como los nervios, músculos e irrigación sanguínea, incluso pueden quedar secuelas como dolor pélvico crónico. A las mujeres que se les retiran los ovarios y todavía no están en la menopausia, manifiestan estos síntomas de forma prematura.
- Cirugía colorrectal o de vagina. Son casos donde se extirpa en su totalidad, colon, recto o vejiga. Algunas pacientes requieren de colostomía o urostomía, cirugías especiales para que el cuerpo deseche orina y heces fecales. Cualquiera de ellas afecta la actividad y funcionalidad sexual.
- Mastectomía. Es la cirugía que se realiza para extirpar uno o ambos senos por completo o parcialmente, lo que afecta la imagen corporal.
- Terapia hormonal. Las terapias antiestrógenos generan síntomas similares a los de la menopausia, como bochornos, sequedad vaginal, dolor durante el coito y disminución del deseo sexual.
Salud mentar para compaginar cáncer y sexo
Los problemas emocionales suelen agudizarse en las pacientes con cáncer y quienes lo han superado. Esto puede influir en el comportamiento sexual, ya que se desarrolla un temor a que regrese el cáncer, sentimientos de impotencia, tristeza o frustración, inconformidad con el físico, ansiedad y falta de comunicación con la pareja.
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¿Qué se puede hacer para que el cáncer y sexo sean compatibles?
Algunos médicos recomiendan el uso de:
- Humectantes vaginales. No contiene hormonas.
- Terapia física del suelo pélvico. Auxilia a las mujeres con músculos del suelo pélvico tensos o blandos. Promueve la relajación y fortalecimiento de los músculos y de esta forma facilitar el coito.
- Dilatadores vaginales. Estos instrumentos extienden la vagina y reducen la estrechez. Combinados con los lubricantes podrían mejorar la experiencia al intentar sostener relaciones sexuales.
- Estrógeno vaginal. Hay cremas o comprimidos de estrógeno que se aplican directamente en la vagina, lo que podría beneficiar el deseo sexual, pero deben ser autorizados por un médico.
- Dehidroepiandrosterona (DHEA) intravaginal. Alivia la resequedad vaginal o el dolor sin aumentar los niveles de estrógeno, ya que hay tipos de cáncer sensibles al estrógeno.
- Lidocaína vaginal. Se coloca en la vulva antes de la actividad sexual para reducir el dolor y aumentar la satisfacción.
El cáncer y el sexo pueden ser compatibles siempre y cuando se esté perfectamente guiada por médicos especialistas. Además, es importante contar con el apoyo de la pareja y de otras personas que hayan atravesado por esta situación.
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Etiquetas: relaciones sexuales, sexo, sexualidad
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