¿Sabías que pedir aspirantes de cierta edad es edadismo laboral? Un mal que perjudica a todos…
El edadismo laboral es discriminar a las personas por su edad al momento de solicitar un empleo o detener su crecimiento dentro de una empresa, entre muchas otras.
Y aunque sí hay leyes que prohíben el edadismo laboral, todos los países deberían comprometerse a castigarlo. Hasta ahora, no pasa de una declaración de buenas intenciones en la que no se describen las situaciones en las que se produce la discriminación por edad, ni cuáles serían los mecanismos de denuncia y protección, ni las sanciones que se pueden imponer.
En países como Estados Unidos o Canadá hay leyes que tratan de poner un alto en general al edadismo, incluido el laboral.
Estados Unidos tiene la Ley de Discriminación por Edad en el Empleo, más conocida como ADEA por sus siglas en inglés. Dicha ley protege a las personas mayores de 40 años al prohibir su discriminación al contratar o despedir, así como en el pago de salarios, asignaciones de tareas, capacitación, política de ascenso y reparto de beneficios en el país vecino del norte.
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En Canadá, el Artículo 718.2 del Código Penal define como una circunstancia agravante que existan, entre otras circunstancias, “pruebas que el delito fue motivado por (…) la edad“.
Contra el edadismo laboral en la Unión Europea
En Europa, el Tratado de la Unión Europea protege a los ciudadanos contra cualquier tipo de discriminación, incluida por edad. Establece que la protección contra la discriminación por motivos de nacionalidad, género, origen racial o étnico, religión o creencia, discapacidad, edad u orientación sexual, es un derecho fundamental de sus ciudadanos.
Además, el Artículo 21.1 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea “prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de (…) edad (…)”.
Por otra parte, la Convención Europea de Derechos Humanos en su artículo 14 y su Protocolo número 12 prohíben la discriminación por sexo, raza, color, lengua, religión, opiniones políticas, origen nacional o social, fortuna, nacimiento “o cualquier otra situación”.
Las últimas palabras incluyen la discriminación por edad. La violación de estos preceptos por los países que han ratificado dichos tratados se puede denunciar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ubicado en Estrasburgo, Francia.
Edadismo laboral en México
El Artículo 3o. de la Ley Federal del Trabajo dice: “El trabajo es un derecho y un deber social. No es artículo de comercio.
“No podrán establecerse condiciones que impliquen discriminación entre los trabajadores por motivo de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otro que atente contra la dignidad humana”.
En enero 2020, en la Comisión de Trabajo y Previsión Social se presentó una propuesta que busca reformar justo ese artículo y el 20 y 32 de la Ley Federal para Prevenir la Discriminación con el objetivo de eliminar el edadismo laboral en las personas de 45 años de edad en adelante.
La edad no debe ser razón suficiente para evitar o eludir la contratación o permanencia de una persona en el empleo.
La propuesta refiere que, con el fin de llegar a ser una sociedad más inclusiva laboralmente con las personas en edad media de 45 años y más, es necesario reformar el marco jurídico y con ello enfrentar el envejecimiento de la humanidad y sus consecuencias.
Hasta el momento no se ha aprobado nada.
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De todos los días
El edadismo laboral, nos guste o no, es una constante en nuestro país. Un ejemplo muy claro son las vacantes que se publican con un requisito de edad.
Cuántas veces has visto ofertas que dicen “abstenerse personas mayores de 45 años”. Peor aún, que para cierta posición con un sueldo atractivo solo pueden enviar su curriculum vitae personas “entre 28 y 32 años”. Esto es discriminación por edad, y los empleadores ni siquiera se esfuerzan por no incurrir en ello.
Al parecer, las medianas y grandes empresas han marcado una línea imposible de atravesar por cualquiera que haya alcanzado la mediana edad.
Para ello se tendrá que romper con ciertos prejuicios, como: considerar a los mayores de 45 años incapaces de adaptarse a las nuevas tecnologías, que su inteligencia está mermada, que no tienen la energía suficiente o que ni siquiera aprendieron a trabajar en equipo.
El edadismo laboral está haciendo que se desprecie una masa laboral que no sólo aporta experiencia y conocimiento, sino también madurez para hacer frente a cualquier dificultad.
Un alto costo económico
El edadismo laboral no solo afecta en lo social, sino también económicamente a todos los países del mundo. Para muestra, un ejemplo en un país desarrollado: Australia.
Se calcula que si un 5 por ciento adicional de personas con más de 54 años tuviera trabajo, se generaría una derrama económica de 48 mil millones de dólares australianos. Esta información fue plubicada recientemente en el informe global sobre edadismo de Naciones Unidas.
“El edadismo perjudica a todos. Está tan generalizado y aceptado —en nuestras actitudes, políticas, leyes e instituciones— que ni siquiera notamos su efecto perjudicial para nuestra dignidad y derechos”, dijo Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. “Tenemos que luchar abiertamente contra el edadismo y entenderlo como una violación de los derechos humanos profundamente arraigada”.
Debemos reinventar el discurso. Descartemos el lenguaje que transmita la idea de que la madurez es el camino hacia la decrepitud, el deterioro, la depresión, la pobreza, la soledad…
Pero, eso no solo es obligación de las organizaciones globales, los gobiernos, las instituciones públicas o las empresas privadas. Es un trabajo de todos poner un granito de arena para crear un mundo donde haya cabida para cualquiera sin importar su edad.
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Etiquetas: Día del Trabajo, discriminación laboral, edadismo, Leyes, México
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Excelente y muy clara la explicación.