Conoce la belleza interior del Santuario de Atotonilco, una joya de la arquitectura mexicana y Patrimonio Cultural de la Humanidad
El Santuario de Jesús Nazareno fue fundado en el pueblo de Atotonilco en 1740 por el padre Luis Felipe Neri de Alfaro y se localiza a unos 14 kilómetros de San Miguel de Allende, Guanajuato. Su fachada barroca no anticipa el secreto que se esconde dentro de sus paredes: majestuosos murales que le llevaron a adquirir el mote de la “Capilla Sixtina Mexicana”.
La belleza e importancia histórica de este lugar fue ratificada el 8 de julio de 2008, cuando fue declarado, junto a la ciudad de San Miguel de Allende, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
El Santuario de Atotonilco es uno de los centros religiosos más grandes de México; la primera etapa de construcción se terminó el 19 de julio de 1748, pero al paso del tiempo se extendió hasta que se edificaron seis capillas y tres camarines que retratan la vida de Jesús, desde la Capilla de Belén, que trata de la natividad de Cristo, hasta la Capilla del Santo Sepulcro, que hace referencia a la resurrección y redención del mundo.
La intervención arquitectónica se llevó a cabo de 1740 a 1785, mientras que las pinturas murales se realizaron de 1748 a 1776.
¿Quién pintó los murales del Santuario de Atotonilco?
El artista encargado de darle vida a las cúpulas y los muros del Santuario de Atotonilco fue el queretano Miguel Antonio Martínez de Pocasangre. El discurso de la obra se encuentra en la bóveda principal y se centra en la ‘Pasión de Cristo’ desarrollada a través de un viacrucis con las 14 estaciones reconocidas para la época.
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El mural de los 8 pecados capitales
Entre los murales destaca la zona conocida como “La Gloria Escondida” que se ubica al norte del área del coro, es de difícil acceso y se encuentra parcialmente oculta. Ahí, De Pocasangre realizó su interpretación del Juicio Final, el infierno y el pecado.
De acuerdo con la visión del artista no hay siete sino ocho pecados capitales representados por espadas rematadas con las cabezas de animales diferentes. Los siete pecados capitales son: gula, lujuria, ira, avaricia, pereza, soberbia y envidia. Pero De Pocasangre añadió uno más: gladius ultionis (la espada de la venganza).
El muro norte contiene un tríptico donde un hombre moribundo está rodeado por un sacerdote, un ángel de la guarda y varios demonios que compiten por su alma. Al final, los demonios son derrotados. La única ventana a la derecha muestra una escena del Juicio Final basada en un grabado de Gustave Doré . En el lado izquierdo, hay representaciones de los tormentos del infierno.
Atotonilco, cuna de la independencia de México
El Santuario de Atotonilco fue testigo del nacimiento del movimiento de independencia de México en 1810. Camino a Guanajuato, el ejército insurgente hizo una parada en Atotonilco y fue donde tomaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe como símbolo de unión para la batalla.
Solo ha cerrado dos veces
En toda su historia, el Santuario de Atotonilco solo ha cerrado al público durante dos ocasiones: durante la Guerra de Reforma (de 1925 a 1929) y actualmente debido a la pandemia por Covid-19.
Tours guiados
Puedes aprovechar los tours guiados al Santuario, donde te explicarán los detalles arquitectónicos , artísticos e históricos de este recinto que es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Algunos de ellos parten de Ciudad de México e incluyen también la visita a San Miguel de Allende.
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Etiquetas: Atotonilco, Capilla Sixtina mexicana, Guanajuato, murales, Santuario
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