De Guanajuato a Verona, de Lima a París, en estas ciudades hay lugares para dar un beso y traer los mejores recuerdos viajeros
Cada 13 de abril se conmemora el Día Internacional del Beso y, para estar a tono con la fecha, recordamos algunos besos destacados tanto en la realidad como en la ficción.
Además te recomendamos algunos sitios alrededor del mundo en los que hay que darse un beso. Quizá reconozcas uno o dos o, tal vez, todos.
El beso es una de las expresiones protagónicas del amor, pero también de la historia.
Importantes momentos han sido marcados con un beso, como cuando Jesús fue traicionado o cuando una enfermera y un marine se convirtieron en el ícono del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Un beso ha dado pretexto a novelas, películas y obras de teatro; para muestra, un botón.
¿Quién puede olvidar el beso entre Jack y Rose en la proa del Titanic? Incluso, como agradecimiento al autor de algunas de esas historias.
En el cementerio de Père Lachaise, en París, la tumba de Óscar Wilde recibe cientos de coloridos besos sólo por amor al autor de “El Retrato de Dorian Grey”.
Y hay románticos lugares cuya visita debe quedar sellada con un beso.
Lugares para dar un beso
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GUANAJUATO: El Callejón del Beso
En la ciudad de Guanajuato hay un sitio inevitable para todo viajero: El Callejón del Beso.
En este lugar los niños se encargan de contar la leyenda a un peculiar ritmo que no debe ser interrumpido o regresarán al principio.
Este callejón a las faldas del Cerro del Gallo, cuentan, fue testigo del amor imposible entre Carmen y Luis, quienes lograban encontrarse todas las noches de balcón a balcón, separados apenas por la distancia de un beso.
Cuando el padre de Carmen los descubrió, enloquecido por la cólera, con una daga atravesó el corazón de su hija.
Unos cuentan que Luis, intentando defenderla, cayó y perdió la vida en el tercer escalón, justo donde las parejas deben darse un beso para tener 15 años de buena fortuna, de lo contrario tendrán siete años de mala suerte.
Así que, ya sea por superstición o por romanticismo, más vale darse un beso.
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LIMA: El puente de los suspiros
En el barrio de Barranco, el más bohemio de la capital peruana y al que llegan sí o sí todos los viajeros, está El Puente de los Suspiros, que, según la tradición, aquél que logre cruzarlo sin respirar, se le cumplirá un deseo de amor.
La tradición dice que hay que cruzar el puente sin respirar para que se conceda un deseo de amor. Y, al llegar al otro lado, hay que suspirar.
Es quizá por eso que este enlace de madera sirve como preludio de incontables declaraciones e historias de amor.
Y bien vale intentarlo, pues hay que llegar al otro lado para poder conocer la Ermita de Barranco, la cual otorga una belleza inigualable a la postal.
Quizá, por eso, este enlace de madera sirve como preludio de incontables declaraciones de amor que se sellan con besos.
También en Lima está la escultura de “El Beso”, en el Parque del Amor, en el barrio vecino de Miraflores.
Su nombre lo dice todo, otro lugar para darse un beso, pero con vista al mar.
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VERONA: El balcón de Julieta
Esta ciudad italiana está ligada para siempre a una de las historias más románticas de la literatura universal.
Según la obra de William Shakespeare, aquí es donde vivían los protagonistas de su historia, Romeo y Julieta.
En la Plaza Erbe de Verona hay un palacio señorial de origen medieval, que presume de haber sido la casa de Julieta.
Miles de visitantes llegan a este lugar cada año para celebrar el amor con un beso.
La entrada al patio de la casa de Julieta es gratis, pero hay un cobro si desean asomarse al balcón.
Y ya en Italia, y que estamos suspirando, en Venecia reza la tradición que la pareja que se dé un beso de amor en una góndola debajo del Puente de los Suspiros (sí, allá también hay uno) tendrá asegurado el amor eterno.
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PARÍS: La Torre Eiffel
No se puede hablar de besos sin mencionar la Torre Eiffel. París es la ciudad del amor y el mirador de su monumento emblema es el lugar para declararse y darse un beso.
Aunque hay que reconocer que es la capital mundial del romanticismo y hay otros rincones clásicos: la plaza Trocadero, las escaleras de la Butte Montmartre o de la Ópera Garnier, el Puente de las Artes (donde se colocan los candados del amor), o los Campos Elíseos… Aquí sobra dónde besarse.
Si conoces otros lugares para dar un beso, compártenos la información.
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