No es un mito, el mal de amores existe y te daña emocional y, en ocasiones, físicamente. La buena noticia es que sí es curable

Seguramente has conocido a personas que, tras un rompimiento o discusión con su pareja, entran en un estado de sufrimiento que perdura por mucho tiempo. 

Lloran la mayor parte del día y se abandonan a sí mismos, dejan de comer o pierden el interés en sus actividades. Estas personas están enfrentando lo que se denomina: mal de amores. 

El mal de amores se define como una situación de sufrimiento y malestar físico y emocional ocasionado por la dificultad de posibilidades de vivir una relación de pareja armoniosa y estable con la persona amada. 

Generalmente, viene tras el rompimiento de la relación o una fuerte discusión que genera un gran impacto emocional.

Es tan común que hasta el 29 de julio se estableció como el Día Internacional del Mal de Amores.

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¿Qué ocurre a nivel emocional?

El rompimiento de una relación en general se vive con una gran tristeza, y es normal.

Sin embargo, la persona que enfrenta un mal de amores vive la separación también con mucho dolor, angustia y rabia. 

Dolor

Proviene de las expectativas depositadas en otro. Cuando iniciamos una relación es usual que construyamos fantasías que buscan cubrir necesidades: cariño, cuidado, atención, amor, etc. 

Cuando nos separamos o rompemos, todos estos “castillos”, se destruyen. 

El dolor también puede potencializarse debido a que, algunas personas, dirigen su vida en torno a la pareja.

Por lo tanto, el abandono se vive como si la pareja se llevara su sentido de vida. 

Angustia 

Deviene porque la separación reaviva o remasteriza rupturas antiguas, sobre todo en la infancia, que no se resolvieron adecuadamente.

En consecuencia, se sentirán completamente vulnerables como cuando eran pequeños y no podían hacer literalmente nada frente al abandono o muerte de un ser querido (padre, madre, cuidador, abuelo, etc.).

Culpa y rabia

El enojo no solo se dirige hacia la persona amada porque se fue, sino también hacia sí mismo porque puede sentir que “no fue suficiente” para retener a la pareja.

La situación empeora si se descubre que se renunció a cosas importantes para complacer a la pareja. 

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Consecuencias del mal de amores

Un mal de amores no atendido correctamente pude generar:

Obsesión

La persona siente que solo con su expareja podrá ser feliz y dirige toda su energía en recuperarla, y se abandona a sí misma, sus intereses, sus gustos. 

La frustración deviene cuando no logra su cometido y siente que no hizo lo suficiente y nuevamente dirige su energía para recuperarla generando un círculo de dolor interminable. 

Manía

La persona puede intentar acallar su dolor o incluso negarlo dirigiendo su vida a la fiesta y los excesos, ya sea de alcohol, drogas, experiencias extremas, trabajo o sexo sin control ni cuidado. 

Depresión

La persona puede caer en depresión y requerir de atención de un médico psiquiatra para equilibrarse a nivel bioquímico. 

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¿Qué ocurre físicamente?

Algunos pacientes reportan un fuerte dolor en el pecho y falta de aire. Esto obedece a que, a nivel físico, la ausencia o rompimiento puede vivirse como un gran peligro, generando una respuesta física vinculada al estrés.

En estrés, el cuerpo se prepara para el enfrentamiento o huida frente al peligro (real o imaginario) a través de la secreción de hormonas como el cortisol y la adrenalina, lo que podría dañar temporalmente el corazón. A esto se le conoce como Síndrome del Corazón Roto.

Los cambios más comunes y temporales son: una opresión de las arterias grandes o pequeñas del corazón o tener un cambio en la estructura del músculo cardíaco.

Los más susceptibles a presentar el Síndrome del Corazón Roto son mayores de 50 años, mujeres o personas que están pasando por ansiedad y depresión.

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¿Cómo recuperarse del mal de amores?

Si bien cada persona es diferente, al igual que su historia, existen algunos tips generales para iniciar su cura:

1. No niegues tu dolor, lo creas o no este pasará.

2. Reflexiona si el dolor que sientes, además de estar vinculado a la persona que se fue, también puede estarlo a pérdidas anteriores.

3. Expresa tu dolor, ya sea platicando, pintando, escribiendo, etc. 

4. No te aísles, sal con amigos o familia. 

5. Céntrate en ti, haz ejercicio y todas aquellas cosas que te gustan y disfrutas.

6. No mantengas contacto con la persona, evita preguntar a amigos en común o espiar sus redes sociales. 

7. No te culpes porque al final la ruptura siempre es de dos.

8. Distingue qué acciones propias o del otro abonaron al rompimiento.

9. Analiza y responsabilízate de los comportamientos tóxicos o dañinos que tienes y trabaja emocionalmente en estas áreas, para que no te hagan daño a ti ni a tus futuras parejas. 

10. Aprende de tu experiencia, no te cierres a nuevas relaciones, en cambio, responsabilízate de tu felicidad, para que esta nunca más dependa de nadie. 

Finalmente, te recomiendo que si sientes dolor en el pecho no dudes en acudir al médico para un chequeo general.

A nivel emocional, si sientes que no puedes salir adelante, busca ayuda psicológica, pues recuerda que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento sí es opcional.

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Etiquetas: cómo curar un corazón roto, Día internacional del mal de amores, mal de amores, síndrome del corazón roto

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