¿Amor o amistad? Te has preguntado por qué de algunas personas te enamoras y de otras solo quieres su amistad. Aquí te decimos.
Tanto en el enamoramiento como en la amistad intervienen elementos biológicos, psicológicos y culturales.
En este artículo te hablaré de cómo operan estos tres factores.
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Elemento cultural en el amor o la amistad
A nivel cultural existen estereotipos del “deber ser”. Por lo tanto, es normal que nos sintamos atraídos hacia esas personas que cumplen con los requisitos establecidos: ya sea de belleza, comportamiento, intereses, actitudes, etc.
Por ejemplo, en algunas culturas el que una mujer tuviera pies pequeños, cuello muy largo o labios con ampliaciones resultaba muy atractivo.
Por lo que las madres o ellas mismas hacían estas modificaciones a su cuerpo para ser muy deseadas.
En nuestra cultura los cánones de belleza y los valores también han cambiado y vamos deseando lo deseado por los demás.
Basta con mirar películas o revistas del siglo pasado para entender las diversas transformaciones de los estereotipos.
En la amistad también intervienen elementos culturales, pues elegimos amigos con los que nos sentimos identificados ya sea en gustos, valores, estilo de vida, intereses, etc.
En la amistad los cánones de atracción no son una condicionante. Aquí lo más importante es cómo nos sentimos con esa persona.
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La psicología en el amor o la amistad
A nivel psicológico también intervienen nuestras experiencias y lo que el sistema familiar dicta.
Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, mostró cómo elegimos inconscientemente a nuestras parejas con base en nuestros padres.
Así el niño quiere alguien como mamá y por lo tanto para conseguirlo tiene que parecerse a papá y viceversa.
No obstante, existen otros elementos que pueden intervenir, por ejemplo, el tipo de hombres o mujeres que nuestro sistema familiar aprueba o rechaza.
También las carencias afectivas vividas pueden llevarnos a elegir parejas codependientes “para que no se vayan”.
O bien, parejas que tarde o temprano se irán, “comparándonos” que no merecemos que se queden con nosotros.
También podemos buscar parejas para que nos otorguen aquello que tanto necesitamos (compañía, estabilidad,bienestar, amor, aceptación, y felicidad), pero a veces los costos que hay que pagar son muy altos.
Incluso podemos elegir amores inalcanzables para no vivir el rechazo.
En el ámbito de la amistad elegimos como amigos a personas con las que nos sentimos identificados emocionalmente.
Ya sea porque ha vivido situaciones similares a la nuestra o porque nos muestra alternativas diferentes a las personales.
En ocasiones lo que empieza como amistad, con estos intereses en común, puede derivar en amor.
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La biología amorosa
¿Cuántas veces hemos escuchado que de la vista nace el amor?, pero ¿qué crees? El amor también nace de algo mucho más primitivo para el ser humano: el olor.
Todos tenemos en nuestro cuerpo unas hormonas llamadas feromonas que se secretan al momento de que existe atracción con otra persona.
Estás entran de inmediato por nuestra nariz, suben al cerebro y se depositan en el hipotálamo.
En esta área del cerebro se produce el proceso de atracción. Obvio todo esto es muy sutil e inconsciente pues las feromonas no tienen olor.
Los ingredientes para producir las hormonas se encuentran en nuestro material genético.
Los genes están diseñados exclusivamente para propagarse de generación en generación asegurando así la supervivencia de la especie.
Por lo tanto, el flechazo existe, la química entre dos personas es real, y como no podemos controlar la respuesta de nuestro cerebro ante la presencia de feromonas podríamos decir que tampoco controlamos de quién nos enamoramos.
Esto también explica por qué existen personas que, aunque cumplen ciertas características que podrían enamorarnos, el interés no pasa de una simple amistad.
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Mientras llega el amor
Así que ya sabes, mientras llega el amor de tu vida (porque es un hecho que va a llegar tarde o temprano) disfruta de tu tiempo.
Después de todo, si a ti no te gusta pasar tiempo a solas contigo ¿por qué le gustaría alguien más pasar tiempo contigo?
Disfruta de apapacharte, consiéntete, resuelve aquellos asuntos pendientes que tengas.
Aprende aceptarte, amarte y a responsabilizarte de tu bienestar físico y emocional, así como de tu felicidad.
También puedes acudir a terapia para conocer qué elementos psicológicos pueden estar interviniendo en tu elección de pareja, o incluso en que no encuentres.
Para que soluciones cualquier nódulo afectivo en tu historia que pudiese limitar tu goce amoroso o te lleve a elegir una pareja que te lastime.
Para que finalmente, cuando esa persona llegue a tu vida puedas reconocerla, pero también aceptarla tal cual es.
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Etiquetas: amor o amistad, amor y amistad, biología del amor, Día del Amor y la Amistad, la cultura del amor, psicología del amor
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