Al llegar a los años dorados, el deseo sexual alcanza cumbres de espontaneidad en la intimidad y el erotismo

Nacemos y morimos siendo seres sexuales. El erotismo y el deseo son compañeros permanentes en nuestras vidas. De nosotros depende que los alimentemos o los dejemos desaparecer. Es por ello que las relaciones sexuales no tienen fecha de término.

Para la periodista y profesora estadounidense, especialista en relaciones humanas, Iris Krasnow, “el sexo después de los 50 puede ser el mejor de tu vida porque un nido vacío (al ya no estar permanentemente los hijos en casa) significa la oportunidad de más espontaneidad para la intimidad”.

Desafortunadamente, muchas personas al llegar a sus 50 años encuentran obstáculos en sus relaciones sexuales, ya sea por causas físicas, como la menopausia o la impotencia, o psicológicas, incluso sociales. Algunas personas piensan que al finalizar su etapa reproductiva ya no tiene sentido la vida sexual.

“Hoy, como adultos mayores, tenemos la oportunidad de dedicarnos al disfrute de nuestro cuerpo, de nuestra sexualidad, cuando ya no tenemos esa urgencia que a lo mejor te trae la juventud.

“El deseo de la vivencia, del conocimiento del cuerpo del otro, de nuestro propio cuerpo y la búsqueda más allá de lo coital, puede ser muy enriquecedor”, opina Irene Moreno Cobar, sexóloga profesional con más de 30 años de experiencia.

De acuerdo con una encuesta realizada por la Universidad de Michigan y la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP, por sus siglas en inglés) reveló que entre los adultos de más de 50 años y hasta los 60, el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres son sexualmente activos, tienen por lo menos una relación a la semana.

La menopausia no acaba con las relaciones sexuales

Iris Krasnow, junto con otros especialistas, afirma que la reducción de hormonas en las mujeres a medida que envejecen no debe estar ligado en automático con la disminución de la libido. Incluso, un estudio realizado por el King’s College London, revela que la menopausia no es preponderante en los problemas de índole sexual como se pensaba anteriormente.

La sexóloga Irene Moreno considera que la menopausia no tiene nada que ver con el fin del impulso sexual, la fantasía y el placer. La sexualidad y el erotismo pueden vivir en una persona mientras decida dejarlo encendido.

“Una mujer que llega a la menopausia es probable que tenga dolor coital por resequedad vaginal, pero para eso existen las hormonas de reemplazo naturales, los lubricantes que se pueden comprar en las farmacias, en las sexshops. La comunicación en pareja sirve para tener una sexualidad más placentera, más plena y consciente, pero también con un gran nivel de profundidad”, opina Moreno.

La disfunción eréctil relacionada a la edad tiene remedio

Muchos hombres después de los 50 años comienzan a tener una disminución natural en la producción natural de andrógenos, principalmente de la testosterona, relacionada directamente en el funcionamiento sexual varonil. Esto, aunado a factores físicos, emocionales y psicológicos pueden influir en cierto grado en la funcionalidad eréctil.

Afortunadamente, medicamentos como el Viagra y Cialis han demostrado ser altamente efectivos en el tratamiento contra la disfunción eréctil, además de otro tipo de suplementos que facilitan las relaciones sexuales; sin embargo, la mayoría de los adultos mayores confiesa que no hablan de su salud sexual con médicos o sexólogos.

Disfrutar sin importar que se esté en la tercera edad es lo mejor

La sexualidad placentera rejuvenece. Practicarla con frecuencia es necesario para una salud integral. 

“Para que no se extinga la pasión es importante el cuidado físico, alimentarnos bien, hacer ejercicio y pensar y actuar en positivo. Además, debemos actualizarnos, no importa si continúas con tu misma pareja o estás en busca de una nueva”, comentó la experta Irene Moreno Cobar.

Cuando existe una relación de intimidad no se debe perder la capacidad de sorprenderse el uno al otro. Para ello, se debe buscar una renovación constante y dar rienda suelta a la imaginación para procurar el placer propio y el de la pareja.

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Etiquetas: 50 años, adultos mayores, deseo sexual, erotismo, Irene Moreno, mitos y realidades, relaciones sexuales, Ser Grande, sexología, sexualidad

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