En dos kilómetros se localizan estos 5 edificios emblemáticos de La Roma, una de las colonias más hermosas de la Ciudad de México

La Roma fue la colonia más representativa de la Ciudad de México en el siglo 20.

Sin embargo, lo mejor de su arquitectura y su historia se encuentra en la parte norte, asegura Luis Romo, quien así lo demostrará en una caminata guiada de dos kilómetros el próximo 26 de febrero. 

A través de “Los orígenes de la colonia Roma”, uno de los paseos que organiza cada último sábado de mes, el historiador y periodista conducirá a través de diversos edificios emblemáticos que quizá nunca has visto o que no conoces su valor para la capital mexicana. 

Del Parque España a la Plaza Río de Janeiro, la colonia Roma presume una moderna elegancia a principios del siglo 20. Y Romo aquí nos presenta cinco ejemplos: 

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5 edificios emblemáticos de La Roma

1. El archivo Calles-Torreblanca

En Guadalajara 104, justo en el límite con la colonia Condesa, se levanta la sede del Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca.

Se trata de una mansión ecléctica con apariencia de castillo, obra del ingeniero Manuel Luis Stampa.

La mandaron construir en 1922 como su residencia Fernando Torreblanca, secretario particular de la Presidencia de la República, y su esposa, Hortensia Elías Calles, hija del general Plutarco Elías Calles.

Sus cuatro torreones almenados, su escalinata de acceso que lleva a un elegante pórtico y sus detalles decorativos, todo nos hacen soñar en un cuento de hadas.

Desde 1986 es la sede del fideicomiso citado, donde se resguardan los archivos de grandes líderes de la clase política mexicana de la época que siguió a la Revolución. 

2. Casa Guillermo Tovar y de Teresa

Ubicado en Valladolid 52, este museo tuvo la mala suerte de haber sido inaugurado unos meses antes del inicio de la pandemia.

Esto ocasionó que no tenga muchos visitantes. ¡Pero su entrada es libre! Se trata de un espacio de arte fuera de serie. 

El lugar fue la casa del historiador Guillermo Tovar y de Teresa (1956-2013), una hermosa construcción que conserva gran parte de su encanto de principios del siglo 20. 

Su acervo no es otra cosa que las esculturas, pinturas, vajillas, tapices, libros y miles más de objetos de arte que el cronista de la Ciudad de México coleccionó a lo largo de su vida. 

Como muestrario selecto de arte virreinal es uno de los mejores del país. Hoy, este sitio es la tercera sede del Museo Soumaya.

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3. Parroquia de la Sagrada Familia 

¿Vale la pena ver una iglesia mexicana del siglo 20? Sin duda.

Esta iglesia situada en Puebla 144, esquina con Orizaba, fue erigida entre 1910 y 1925.

Es, en definitiva, otra de las grandes obras de inspiración ecléctica y gusto europeo de aquella época. 

Y aunque la crítica de arte del siglo 20 la detestó, sí vale la pena mirar su rara combinación de elementos románicos y góticos con murales y vitrales. 

Destacan las pinturas del padre Gonzalo Carrasco (1859-1936), un célebre jesuita que casi por completo se hizo cargo de la decoración interior del templo.

Aparte de ser un monumento artístico, esta parroquia es un sitio histórico: hace cien años fue uno de los más importantes centros de la resistencia católica a la persecución religiosa emprendida por el presidente Plutarco Elías Calles. 

Para adentrarse en el tema, vale la pena visitar el aledaño Museo Padre Pro, dedicado a este otro jesuita que fue ejecutado sin juicio en 1928 por órdenes del citado mandatario.

4. Casa Universitaria del Libro

Justo en contraesquina de la Sagrada Familia se localiza este centro cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Ocupa otra de las impresionantes casonas de la zona, edificada entre 1920 y 1925. 

La mandó edificar Joaquín Baranda MacGregor y Dolores Luján Zuloaga, un matrimonio formado por descendientes de ilustres familias decimonónicas. 

Desde luego, el lujo y el buen gusto de esta casa salta a la vista ya en sus detalles exteriores: elegantes vanos, portada ochavada, una pequeña terraza, un semisótano. 

Su interior, decorado con finos acabados de madera, vitrales y tragaluces, resulta aún más suntuoso.

Antes de pasar a la UNAM, esta casona fue embajada de Brasil y una de las primeras sedes del Centro Asturiano de México.

5. Casa de las Brujas

Es original desde el apodo que tiene, aunque su nombre oficial es el de la plaza frente a la que está: Río de Janeiro (al cruce con Durango). 

Lo construyó el arquitecto británico Regis A. Pigeon en 1908, de modo que puede situarse como uno de los edificios más antiguos de la Roma que siguen en pie. 

En los años treinta fue remodelado por el arquitecto Francisco Serrano, quien le dejó su increíble planta baja de estilo Art Déco, que contrasta con los muros de ladrillo del resto del inmueble. 

Su apodo de casa de las brujas deriva de la torre que tiene justo en la esquina central, cuyo techo de cuatro aguas semeja un sombrero puntiagudo de bruja. 

Un poco más abajo, un par de ventanas cegadas y un balconcito completan el efecto de un rostro. 

Desde luego, mil historias se entretejen aquí con historias de espantos, naturalmente.

Para reservar un lugar: Vía WhatsApp al 55 2913 1539 o a través de Facebook. El costo es de 150 pesos por persona. 

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Etiquetas: casa, Casa de las Brujas, Casa Guillermo Tovar y de Teresa, Casa Universitaria del Libro, Ciudad de México, Colonia Roma, edificios emblemáticos, Parroquia de la Sagrada Familia, siglo 20

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