Aprende a distinguirlas y aprovecharlas para mejorar en todas las áreas de tu vida
Las esencias femenina y masculina son parte de nosotros desde que nacemos, están en nuestra constitución de ser humano, sin importar el género y la preferencia sexual.
Actualmente, existe una desconexión de ambas energías. Los roles que desempeñamos son unilaterales debido a una necesidad latente por los cambios en los sistemas familiares, laborales y sociales.
En todos los espacios hay polaridades, se conforman de referentes masculino-femenino. La polaridad se entiende como una oposición y a la vez como un complemento dinámico entre géneros, es decir, se integran. Masculino y femenino se interconectan, ambos forman parte de una realidad humana y a la vez se diferencian con características y conductas propias.
Cuando las energías emergen de forma consciente, se direccionan hacia objetivos específicos. Por ejemplo, en el área laboral (parte productiva), funciona utilizar la esencia masculina para ser enfocados, competitivos y mejorar resultados. Por otra parte, en las relaciones interpersonales conviene activar nuestra esencia femenina, ya que ésta nos acerca a conectar con los demás y mejora la comunicación, lo que conlleva a que la escucha sea efectiva.
Características de esencia femenina y masculina
Como lo mencioné anteriormente, ambas forman parte de nuestro ser, seas hombre o mujer:
La esencia femenina : belleza, amor, confianza, unión, alegría, cuidado, intuición, creatividad, ternura, comunicación, vulnerabilidad, fluidez, sensualidad; lo femenino es la fuerza de la vida.
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En el caso de los hombres, su esencia femenina es muy notoria con los hijos, se vuelven “niños” con ellos, se divierten, son tiernos, amorosos, sutiles; el enfoque es el cuidado, incluso bajan su fuerza física para no lastimarlos.
Por otra parte, la esencia masculina se rige bajo estas características: dirección, protección, proveeduría, competitividad, enfoque, presencia; es vertical, objetiva. Es monotarea (una cosa a la vez), de preferencia en soledad ya que requiere máxima concentración.
Esto ocurre regularmente en el área laboral, mujeres y hombres requerimos conectar con esta energía masculina para el cumplimiento de objetivos y obtención de resultados específicos, concentrarnos en una sola misión sin distraernos. En el hogar, se conecta lo masculino cuando llevamos a cabo tareas de alta concentración, como la administración económica.
Dependiendo de la situación a la que nos enfrentemos, utilizamos la esencia correspondiente, la mayoría de las veces sin darnos cuenta.
Y tú, ¿en cuál esencia pasas más tiempo durante el día? ¿Cambias de energía según el ambiente en el que te encuentras?
La clave
Para conectar con ambas esencias es necesario el autoconocimiento, la aceptación y el amor propio. No hay edad específica para abrirse a la consciencia y al trabajo personal.
Existen múltiples herramientas que pueden encausarnos hacia un desarrollo personal: terapia, coaching, talleres de desarrollo humano, etc. Sin embargo, el verdadero trabajo es rigurosamente personal, nadie más puede intervenir cuando elegimos ser una mejor versión de nosotros mismos. Los mecanismos existen en nuestro ser, ejerciendo el poder de la esencia. Sin duda hará la diferencia en nosotros y quienes nos rodean.
Elijamos, ¡la vida es hoy!
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Etiquetas: caraterísticas, desarrollo humano, energías, esencia femenina, esencia masculina
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interesante artículo. mí creencia es que abre mi posibilidad de ser empático con mi pareja. y conociendo mi energía masculina y femenina busco el balance armónico.Ademas me generó comprender el comportamiento de otros,sea masculino o femenino. interesantes puntos de vista.