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Escenarios de mi vida, una historia viva

Lectura 4 min

Te compartimos detalles de esta obra, Escenarios de mi vida, una historia viva de Armando Cuspinera que no puedes dejar de leer

Foto: Coretesía

¿Cómo se vivía en los años cuarenta y cincuenta? ¿Cómo fue el inicio de la televisión? ¿Cómo era el Teatro de Revista? ¿Y la vida cultural de esa época?

Éstas y muchas otras preguntas nos las responde Armando Cuspinera en su libro Escenarios de mi vida, en el que afirma: “El mundo es un escenario y la vida un show”.

Este libro lo podríamos catalogar como historia viva. En estas memorias, llenas de anécdotas, Cuspinera nos narra cómo fue vivir en el llamado Distrito Federal en los años cuarenta y cincuenta.

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Entonces aún existía el Río de la Piedad, hoy ya entubado en un flamante Viaducto. Comparte sus idas al Cine Moderno, el extinto cine de barrio.

Había permanencia voluntaria y podías ver por horas las distintas películas que se proyectaban en un día.

Armando Cuspinera

También comparte su afición por los espectáculos, en especial el teatro. Recuerda cuando era niño las idas al Teatro Lírico -del que hoy solo queda su fachada-.

Su padre era socio y lo acompañaba los sábados y veía los ensayos de los artistas.

Ahí se dieron un mano a mano Pedro Infante y Jorge Negrete y se presentó con éxito Agustín Lara, entre otros grandes.

Durante su infancia se inclinó por la producción de Teatro y no paró hasta obtener el suyo propio en 1983, el Vizcaínas, donde Jesús Martínez “Palillo”.

Ese cómico que hacía sátira de la política, lo metió una vez en problemas al titular su revista “¡Agarren a López por Pillo!”.

Era tal la ovación y el lleno de sus presentaciones, que no hubo manera de censurarlo.

La Televisión en Escenarios de mi vida

Foto: viewbug

Armando Cuspinera fue un pionero de la televisión en México, sí aquélla que se hacía todavía en blanco y negro, en vivo porque no existía el videotape y por supuesto con bajo presupuesto.

Fue productor del Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional; de la Televisión Independiente de México, que tenía el Canal Ocho.

Posteriormente adquirido por Telesistema Mexicano, hoy Televisa San Angel, así como del canal 13 de Imevisión, propiedad del gobierno hasta su venta en 1993 a Ricardo Salinas Pliego y se convirtió en Televisión Azteca.

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Es muy interesante conocer el “detrás de cámara” y las dificultades que se presentaban para producir programas de calidad en la televisión.

El interés de Cuspinera era llevar la cultura a las masas y por ello producía, entre otros programas, teleteatros de obras de reconocidos escritores.

Fundación de Protea

Foto: Donlad Tong

Otro de los temas que aborda en su libro es su participación en la fundación de la Asociación de Productores de Teatro (Protea) y, según lo que cuenta, parece que es una norma con este tipo de asociaciones cuando hay dinero:

Se presentan desfalcos, sus dirigentes se quieren reelegir, cuando sus estatutos lo prohíbe.

Cuspinera describe con detalle este tipo de situaciones y las acciones legales que tuvo que tomar para restablecer el orden jurídico y económico.

Todo fue en vano, finalmente la asociación desapareció y llevó a un desgaste a su fundador.

Actualmente Cuspinera está retirado y ahora disfruta de sus 80 años de vida. 

Su plática es enriquecedora porque comparte una parte de la historia de México. Sus anécdotas parecen extraídas de una novela en el que hay personajes pintorescos, lujo, fama, metiras y traición.

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Bruni Neumann

Comunicóloga y periodista experta en cultura, arte y diversión

brunineumannsg@gmail.com

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